A simple vista parecen unos audífonos desgastados y
puercos. Pero cual sea su dueño entiende perfectamente que son mucho más que
eso. Los audífonos son la entrada a un mundo del cual cada uno es dueño, que
nadie puede perturbar. Ponerse los audífonos es tirarle la puerta en la cara a
esta ciudad demente y violenta que cada día nos enloquece con su frenesí, sus
pitos, huecos, jefes, mamás, novias, hermanas, filas, trancones, madrazos, semáforos,
zorras (no desaparecían?)… en fin.
Pero todos los que formamos parte de esta “comunidad
secreta de audífonos” sabemos que este antídoto es infalible. Nos conectamos a
nuestra música, a nuestra cajita de la felicidad y dependiendo de lo que nos este
moviendo en un día determinado, rock, soul, clásica, jazz o electro-cumbia, nos
dejamos llevar a un mundo de bajos, beat, desconectados, punteos, bombos,
trompetas, voces traídas de otra dimensión para entrar en un estado de placidez
y buena onda absoluto.
Somos un ejército de “desconectados” de la
sociedad, conectados a nuestra propia banda. Una movida independiente, una
movida indie si se quiere, que solo necesita de la música para estar pleno y
ver el mundo de una manera más alegre y amigable al ritmo de nuestra banda
sonora favorita.
Este blog celebra precisamente eso. Celebra la
pasión por la música de todos los capitalinos que entienden lo fundamental que
es tener ese mundo a la mano para poder enfrentar el día a día caótico que nos
han provisto. Y su único fin es el de enriquecer el mundo de cada uno a través
del intercambio colectivo de nuevos descubrimientos, clásicos, favoritos y
demás. De la ciudad nos desconectamos para encontrarnos acá y hacer de nuestro
viaje uno más rico, diverso y ameno.
Anímense pues a enviar sus sugerencias, a que sus audífonos
no los desamparen ni de noche ni de día y a recibir de vez en cuando una
sugerencia de este militante de la movida indie, que lo único que busca es llevar
cada vez más adeptos a mandar a la porra esta demencia poniendo a “totear” su
música. Está a un audífono de usted.
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